viernes, 24 de octubre de 2008

Capítulo dos



Josh no debió haberse acercado tanto: Ahora era arrastrado por la lengua del ser que lo estaba mirando desde las aguas, la cual se estiró hasta él del mismo modo que la lengua del camaleón hasta las moscas.“¿Qué haré ahora?” se preguntó Josh, mientras recordaba, para su propia extrañeza, aquella frase de de Peter pan” Morir sería una gran aventura”Pero Josh no era (Ni pensaba ser) como Peter Pan. Morir le daba terror, le daba una profunda angustia y miedo cada vez que pensaba seriamente en la posibilidad de morir.Más aún de esta forma, engullido por un ser extraño, en medio del anonimato, y en las entrañas de algún ser desconocido.Pero, oh sorpresa seguía vivo. Y antes de que pudiese darse cuenta en donde estaba, caía, por lo que parecía ser un interminable túnel, en medio de una gran oscuridad.¿Sería este el túnel del cual siempre hablaban aquellos que habían tenido un encuentro cercano con la muerte? Entonces, ¿También él estaría muerto? No, porque su caída le produjo mucho dolor, y según Josh tenía entendido, los muertos no siente dolor. Pero al menos, no estaba sangrando (al menos eso parecía) Eso sí: Sus lentes se habían roto.Sin poder ver nada más allá de sus narices, Josh tanteó en el suelo, en busca de algo que le permitiese tener una idea de en que lugar se encontraba. El suelo era blando y tibio, como si se tratase de una textura viva. Esto inquietó a Josh, más aún cuando creyó sentir un latir en las paredes alrededor suyo.-Oh, Dios mío…-dijo josh, sin poder evitar caer en la angustia. -Sácame de esta, te lo ruego.-¿Buscas esto?-dijo una voz amable, y que a Josh se le hacía extrañamente familiar.-Toma-dijo la voz amable, extendiéndole sus lentes, que para sorpresa de Josh, estaban ahora isn ninguna abolladura, sino que brillaban, como nuevos.-Oh, muchas gracias, señor…-Dijo Josh, convencido de que estaba hablando con una persona.